Los corales

¿QUÉ ES UN CORAL?

Te puede sorprender que el coral no es una piedra como muchos pueden llegar a pensar, de hecho el coral es un pequeño animal perteneciente al reino de los cnidarios, reino donde también se encuentran animales como las anémonas y también las medusas ( y si , eso quiere decir que nuestros queridos amigos son “hermanos” de las medusas).

Este pequeño es un invertebrado el cual uniendo a millones de seres como él en esqueletos calcáreos arborescentes y de colores vivos dan lugar a ecosistemas de los más interesantes o impresionantes. Siendo así un “zoo” acuático donde podemos encontrar desde grandes depredadores como el temido tiburón blanco a pequeños peces como el payaso o el emperador.

Si pudiéramos sumar todas las especies conocidas de coral conocidas hasta ahora darían más de 70.000 especies por todos los oceános, desde el Índico (donde encontramos el arrecife del mar de Andamán, India), pasando por el Atlántico( donde se encuentran los arrecifes de Palancar en Méjico) y llegando a el Pacífico( donde se encuentran los más importantes del planeta como la barrera de coral australiana) donde estos ecosistemas están protegidos por corporaciones como la UNESCO.

ANATOMÍA DE LOS CORALES

El cuerpo de un coral está formado por un saquito de tejido blando con la extremidad dotada de una única apertura rodeada de tentáculos y una base unida al esqueleto de carbonato de calcio. El esqueleto, de carbonato de calcio, protege la parte blanda de cada uno de los individuos. Una colonia de corales puede estar formada por hasta miles de individuos llamados pólipos que se unen al fondo marino por la extremidad inferior. En la extremidad libre, la superior, se sitúa la boca alrededor de la cual están los tentáculos, cuya función es la captura del alimento, gracias a la secreción de un líquido urticante que es capaz de paralizar a la presa.

TIPOS DE CORALES

Corales blandos: Sus pólipos están formados por pequeñas placas de CaCo3 (escleritos) no construyendo así ningún esqueleto pudiendo ser así más flexivos. Con forma de planta se dividen en dos grupos en función del números de tentáculos que poseen:

Octocorales : Estos a su vez se dividen en dos tipos según su alimentación: -Fotosintéticos: estos corales poseen la habilidad de liberar algas las cuales en una supuesta simbiosis se dedican a tapizar la superficie del coral a cambio de alimentarlo con parte del alimento que producen. Dentro de esta clase se pueden encontrar tipos como el Sarcophyton y la sinularia.

-No fotosintéticos: Alimentándose como el resto de corales podemos encontrar especies como la Xenia y la clavularia

Hexacorales: Estos corales pueden llegar a enrigecer debido a sedimentación y lo más interesante es que algunos contienen en su interior pequeñas células que le otorgan luminiscencia.

Corales duros: Estos son los corales “de toda la vida” , en este tipo los pólipos se dedican a crear esqueletos de carbonato cálcico conforme van creciendo, a esta especie se le puede llamar también pétreas por su parecido a las piedras.

¿DÓNDE SE ENCUENTRAN LOS ARRECIFES DE CORAL?

Los arrecifes se encuentran en aguas tropicales poco profundas cercanas al ecuador , en los lados orientales de los continentes y alrededor de islas oceánicas, pero también existen, en menor escala, corales de aguas profundas y corales de aguas frías en otras zonas. Cuando un arrecife se forma cercano a la orilla es un arrecife bordeante. A medida que el arrecife madura , los corales más viejos, cerca de la orilla se van muriendo y el arrecife se convierte en un arrecife de barrera costanero entre éste y la orilla. Cuando los corales crecen alrededor de una isla volcánica se forman atolones a medida que la isla se va hundiendo, dejando solamente un anillo de corales visible cerca de la superficie del agua.

¿QUÉ NECESITAN LOS CORALES PARA VIVIR?

Para que puedan existir los corales es necesario una temperatura cálida de 18º C a 30º C. También es necesario una salinidad adecuada lo que hace imposible su crecimiento en grandes deltas de ríos cálidos como el Amazonas, y también es necesario luz solar para la fotosíntesis, lo que hace inviable su existencia en fondos de más de 40 metros de profundidad en donde no llega la radiación del sol.